
De Shireen a Anas: matar periodistas para ocultar un genocidio
Por Ramiro Giganti*
El asesinato de Anas Al Sharif y sus compañeros de Al Jazera en un ataque dirigido a su carpa y reconocido por Israel, desató la indignación de un importante sector del mundo del periodismo incluyendo a gran parte de quienes no se venían pronunciando. Ya son al menos 278 las y los trabajadores de prensa asesinados por el Estado de Israel en la Franja de Gaza desde octubre de 2023, siendo el mayor crimen contra la prensa jamás cometido. Pero antes de octubre de 2023 hubo otros ataques a la prensa palestina, uno de ellos fue el asesinato de Shireen Abu Akleh, otra reconocida periodista que también trabajaba en Al Jazeera
En un exhaustivo trabajo, el portal Ana Falastin (yo soy Palestina) recolecta la información de cada trabajador y trabajadora de prensa asesinada por los ataques israelíes en la Franja de Gaza. El sitio publicó, no solo sus nombres, sino la tarea específica que realizaban en la prensa, el lugar y fecha donde murieron y en la mayoría de los casos publican su foto y una breve biografía. Desde el fotoperiodista Muhammad Al-Salhi, asesinado el 7 de octubre de 2023, en el campamento de refugiados Al Bureij en Gaza central, hasta Anas Al-Sharif, Mohammed Qreiqeh, Ibrahim Zaher, Moamen Aliwa, y Mohammed Noufal, trabajadores de Al Jazeera que junto al camarógrafo y fotoperiodista freelance, Mohammed Al Khalid, murieron asesinados el pasado domingo 10 de agosto.
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Además de las y los 278 trabajadores de prensa asesinados desde octubre de 2023 en la Franja de Gaza hubo otros asesinados en Cisjordania y también en el Líbano durante los ataques israelíes entre septiembre y noviembre de 2024. Pero esto no empezó en octubre de 2023, si bien desde ese entonces se intensificó el accionar genocida particularmente en Gaza. Los asesinatos a periodistas y ataques a la prensa no empezaron en 2023, hay muchos antecedentes, algunos históricos y lejanos en el tiempo no serán parte de esta nota, pero si otros mas recientes.
No empezó en octubre de 2023
En mayo de 2021 Israel derribó un edificio donde funcionan agencias de prensa, algunas de reconocimiento internacional como The Associated Press AP o Al-Jazeera. Israel había «informado» que allí se encontraban líderes de Hamas, pero rápidamente fue desmentido por las propias agencias de noticias. Desde AP trabajadores manifestaron estar «shockeados y horrorizados» en un artículo publicado en el sitio de la agencia. «El mundo va a saber menos de lo que pasa en Gaza a partir de lo que sucedió hoy», había declarado Gary Pruitt, presidente y CEO de AP. Por su parte Al-Jazeera también informó el episodio publicándolo como portada en su sitio web. En dicho artículo también informan sobre ataques israelíes en Cisjordania.
Exactamente un año después, en mayo de 2022, la periodista Shireen Abu Akleh, murió asesinada por fuerzas del ente sionista mientras cubría una redada del Ejército israelí en la ciudad de Yenín, al norte de Cisjordania. La corresponsal falleció al recibir un balazo en la cabeza mientras que otro periodista, Ali al Samudi, fue herido con una bala en la espalda. Tanto Shireen como Alí llevaban sus chalecos identificados como prensa y ella llevaba mas de dos décadas trabajando para Al Jazeera, desde el inicio de la Segunda Intifada.
Como si esto fuera poco, el ejército israelí reprimió el funeral de Shireen. El servicio de emergencias palestino Media Luna Roja informó de que 33 personas debieron ser atendidas producto de la carga policial contra los asistentes, y seis de ellas tuvieron que ser trasladadas a un hospital. Las imágenes de la policía golpeando a quienes cargaban el ataúd de Shireen muestra una crueldad que solo sería superada por el propio Israel en el genocidio que está cometiendo en Gaza. Las declaraciones que hicieron las autoridades sionistas a medios internacionales fueron desmentidas por la familia de la periodista. Además, la sobrina de Abu Akleh informó de que había sido amenazada con una paliza por un oficial israelí durante el asalto.
El pasado 29 de abril, Ali al Samudi fue detenido después de que un operativo israelí entrara en su domicilio y destrozara sus pertenencias antes de detenerlo. En junio, el Sindicato de Periodistas Palestinos alertó por el delicado estado de salud del periodista señalando a la «negligencia médica» de la administración penitenciaria israelí, que no le proporcionó de manera adecuada el tratamiento que requieren las enfermedades crónicas que padece. Familiares de Alí denunciaron que, además, tenía fragmentos de metralla en la cabeza como consecuencia de disparos de las fuerzas israelíes que le alcanzaron mientras cubría protestas anteriores y que también presentaba signos de haber sido sometido a tortura tras su arresto. Actualmente hay una campaña por su liberación similar a lo que sucede con el Doctor Hussam Abu Safya.
Solo algunos días después del asesinato de Shireen, otra periodista palestina murió asesinada. Ghofran Warasneh, de 31 años, estaba en su primer día de trabajo para una nueva estación de radio palestina. Recibió un disparo de un soldado israelí que la dejó morir desangrada y no permitió que los paramédicos la asistieran. Sucedió en Hebrón, Cisjordania. En menos de un mes, dos periodistas fueron asesinadas. Al igual que lo hicieron un mes atrás con Abu Akleh, los soldados israelíes atacaron el cortejo fúnebre de Warasneh que se realizó el mismo miércoles por la tarde. Dispararon balas reales a los presentes y gases lacrimógenos directamente a la multitud. Al menos un palestino resultó gravemente herido y fue tratado en el hospital después de ser alcanzado por munición real durante el funeral.
Periodicidio: un nuevo y triste concepto
La escalada genocida contra Gaza iniciada en octubre de 2023 tiene, entre muchas otras atrocidades, el récord de la mayor cantidad de periodistas asesinados/as. En ninguna otra situación: sea genocidio, guerra u otro tipo de conflictividad se registró semejante cantidad de trabajadores de prensa fallecidos.
Gráfico de abril de este año que compara los asesinatos de periodistas en Gaza con otros como Vietnam, la actualidad en Ucrania o las guerras mundiales. Ya era récord, con 212 asesinados/as. Hoy son 278.
Mientras el mismo 7 de octubre 4 periodista fueron asesinados (Muhammad Al-Salhi, Muhammad Jarghun, Ibrahim Lafi, y Omar Abu Shawish) por los ataques israelíes en Gaza, los medios hegemónicos alzaron su grito en el cielo y su indignación contra Hamas. Todos los días siguientes hubo al menos un periodista o foto reportero asesinado (Asad Shamlkh el 8 de octubre, Muhammad Sabah, Hisham al-Nawajihah, Said al-Tawil, y Anas Shimalah, asesinados el 9 de octubre), pero los medios hegemónicos nada decían de esto.
Mientras Israel asesinaba periodistas durante su incursión genocida en Gaza, desplegaba un aparato de Lobby en los medios y días después una campaña de Fake News. La mas alevosa y que no tuvo la aclaración/desmentida por parte de gran cantidad de medios que la habían diseminado fue cuando informaron que «Hamas había decapitado a 40 bebés» nunca informaron ni sus nombres ni el testimonio de sus padres o familiares. Los 40 bebés nunca existieron, la noticia fue desmentida por el propio ejercitó israelí, pero actualmente hay medios hegemónicos de Argentina que la siguen repitiendo como si fuese cierto.
También, tras los primeros ataques a hospitales en Gaza, desde el ejército israelí declararon mentiras como que no había sido Israel sino la resistencia palestina quien atacó los hospitales. Las mentiras se refutaron, pero ante la falta de condena y sanciones Israel continuó destruyendo hospitales con total impunidad. Actualmente Israel ha destruido completamente a 33 de los 36 hospitales en la Franja de Gaza.
Luego de esto, las y los trabajadores de prensa siguieron cubriendo y siendo asesinados. Les mataron de a decenas y hasta centenas.
La cifra supero los 200 casos cuando en la pasada navidad 5 periodistas del medio Al Quds estaban en el camión de prensa en la puerta del Hospital Al-Awda en el Campo de Nuseirat, en la zona central de Gaza. Uno de ellos era Ayman Al-Jiddi, un joven periodista que estaba a punto de ser padre, los otros 4 lo estaban acompañando ante un importante episodio de su vida, que la brutalidad del sionismo le impidió tener. Su esposa dio a luz sin saber que había enviudado.
Imagen con las fotos de los 5 periodistas asesinados en la puerta de un hospital en la pasada navidad mientras uno de ellos esperaba ser padre.
La alevosía de este caso, si bien no tuvo la cobertura y difusión pertinente, logró que algunos medios, al menos hagan alguna mención. Pero el asesinato de periodistas continuó, como el de trabajadores de la salud, y el exterminio de las infancias.
El 2025 comentó con los asesinatos de Hassan al-Qishawi y al día siguiente Omar al Dirawi.
Alborotados, mal alimentados, en las peores condiciones, las y los periodistas continuaron desarrollando sus labores con una entereza que debería ser envidiable por la gran mayoría de quienes detentan el oficio en nuestros territorios. Una valentía que escasea.
Por unos días el periodicidio se detuvo, al menos en Gaza. Fue durante el «cese al fuego» con intercambios de rehenes que se día a mediados de enero y se extendió por algunas semanas, hasta que Israel unilateralmente rompió el acuerdo y retomó sus ataques a Gaza, con el bloqueo que todavía mantiene generando un genocidio también por hambruna.
Los casos de trabajadores de prensa asesinados continuaron. Desde la fotorreportera y documentalista Fatima Hassouna, hasta los recientes Anas Al Sharif y sus compañeros Mohammed Qreiqea, Ibrahim Zaher, Moamen Aliwa y Mohammed Noufal.
Un día después de estos asesinatos Israel intentó asesinar a Motasem Ahmed Dalloul bombardeando su casa, asesinando a 10 personas y dejando a otras heridas. Motasem fue fuente de este medio para chequear información, principalmente vinculada al asesinato de colegas.
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