martes, 21 de enero de 2025

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Dependencia

Hablar de la esperanza de vida no es más que un parámetro estadístico, porque en él se mezcla toda la población. Hemos denunciado muchas veces este aspecto porque el promedio de vida en un barrio rico supera con creces a la de un barrio pobre, dado que los ingresos determinan la calidad de vida, y también el índice de supervivencia. En Sarriá el índice de pobreza es de un 7’4 deben ser los trabajadores del servicio doméstico…, mientras que en Nou Barris es de 38’7. En Sarrià decrece, mientras que en Nou Barris aumenta cada año

A día de hoy, a nivel estadístico, solo tres países superan a España: Suiza, Singapur y Japón pero las prospectivas demográficas prevén que en 2040 España esté a la cabeza de este ranquin. Es decir, ya tenemos un país envejecido y las perspectivas indican que aún lo seremos más.

Analicemos con datos la penetración del neoliberalismo en los servicios de las personas mayores – eufemismo burlesco, somos viejos-. En Catalunya hay 61.295 plazas disponibles para a población “mayor”, pero de los 947 municipios solo 305 disponen de residencias, dejando a los 642 restantes (67’95%) sin este equipamiento indispensable. No hay que ser un superdotado para deducir que el sistema es absolutamente insuficiente, que las listas de espera son- no hay calificativo en el diccionario que lo pueda describir correctamente -. Después de la larga espera [En general, el tiempo de espera para obtener una plaza pública o concertada puede ser de 1 a 2 años. Sin embargo, este tiempo puede aumentar o disminuir dependiendo del número de centros a los que te apuntes y la cantidad de personas en la lista de espera de cada centro] se produce el desarraigo familiar, social y territorial y las consiguientes depresiones y congojas de abandono al ingresar en una residencia alejada de su hábitat habitual.

De las 61.295 plazas, 10.930 son de titularidad pública (16’95%) las 50.905 lo son de iniciativa privada; de ellas el 22’22% tienen un concierto con la Generalitat en parte de sus instalaciones por las que reciben una fuerte subvención. Pero la penetración neoliberal en este servicio público es de mayor calado. El 60’83% de las plazas son de entidades privadas con ánimo de lucro, es decir que la asistencia queda en segundo término porque el primero lo ocupa la plusvalía que se genera por el servicio. Aquel servicio imprescindible – con unos déficits asistenciales, personal- está en manos privadas. El crecimiento de ambos desde 1999 es absolutamente desigual, las públicas quedan estancadas, mientras que las privadas no paran de crecer (“COVID-19: fallecidos en residencias de ancianos por CC. AA. en España 2021”. Las residencias para ancianos españolas registraron a fecha de 31 de octubre de 2021 más de 30.680 fallecimientos a causa de la COVID-19). Lo hemos denunciado y exigido a las FISCALIAS de las Comunidades que abrieran procesos de investigación: NADA

Los CENTROS DE DÍA corren en la misma dirección. Hay en Catalunya 907 centros con 19.571 plazas, de las cuales el 23,93% son de titularidad y gestión públicas y el 76’07% son de entidades privadas.

Los precios de las residencias privadas van de entre 2.000 a 4.000€ mensuales, y los centros de día entre 300€ a 700€, mientras que en las públicas, y en diferente proporción entre Comunidades, va desde el 70% al 85%, excluyendo las pagas extras.

Las mismas reflexiones podríamos decir de los Pisos tutelados.

No hay que olvidar, cuando hacemos este repaso, que la inmensa mayoría de los residentes pertenecen a clase trabajadora y que la precariedad laboral, contractual, social y carga de trabajo de los trabajadores que atienden a nuestros familiares son, como nosotros clase obrera.

En el momento en que estoy escribiendo estas líneas me entra en el ordenador una noticia: “Seis empresas gestionarán el servicio de ambulancias de Catalunya por 2.400 millones de euros”

Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la narración de lo que acontece en nuestro país es un auténtico engaño. Lo que realmente ocurre, en sanidad, pensiones, vivienda, protección social, dependencia etc, es un escarnecido ataque a la clase trabajadora, que por motivos de formación, de acomodación al relato oficial o vete a saber porqué otras razones ha caído en el engaño de creerse clase media, negando la evidencia que salta a los ojos en todas las consideraciones analíticas de los servicios sociales.

Desde La Marea Pensionista, y desde siempre, hemos tomado todas las reivindicaciones como propias –Marea de Mareas- porque no aceptaremos el relato de la desunión y el troceo de las reivindicaciones. Llegará el momento en que deberemos votar en las elecciones. Será la hora de pasar cuentas y de que nos rindan cuentas. Estas cifras que no son más que ofensas deben tenerse en cuenta. Los burgueses tienen suficientes recursos para pagarse la sanidad privada, las residencias, las curas domiciliarias etc. Hoy el dilema reside en aceptar o no la condena a condiciones indeseables, vejatorias a las que nos condena el sistema que emana del 78 y de la  insolidaria Europa o no aceptarlas. Su relato ha dejado de ser un cuento de hadas. Hay fiestas en los castillos, vestidos de lujo y ágapes suculentos para aquellos lameculos del sistema. Fuera del castillo, estamos los harapientos trabajadores que hemos abandonado la sumisión y debemos estar dispuestos a asaltar el castillo, de forma democrática pero irrevocablemente.

 

 

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