Inversores globales a la caza de gangas. Abu Dhabi y la “autonomía estratégica” europea
Hace pocos meses, el gobierno español utilizaba el poder que le confería la regulación sobre las inversiones extranjeras en sectores estratégicos, aprobada en la pandemia, para vetar la compra de Talgo por el consorcio húngaro Ganz Mavag.
El Ejecutivo se justificaba en la aparición de colaboraciones previas entre el consorcio del país magiar y empresas rusas, así como en la cercanía de Ganz Mavag con el gobierno autoritario de Victor Orbán. En esas condiciones, dejar una empresa con una posición estratégica en la industria de la infraestructura ferroviaria en manos de una potencia iliberal extranjera era un riesgo que se consideraba inasumible. La operación ha sido bloqueada y la metalúrgica Sidenor (con el apoyo del PNV y el gobierno vasco) y la estatal polaca Pesa (con el apoyo de la mayoría accionarial de Talgo) compiten ahora por hacerse con el control del constructor ferroviario, hace ya tiempo privatizado, Talgo.
Sin embargo, la decidida política implementada con Talgo no se ha repetido frente a otras inversiones coetáneas de dictaduras autoritarias, conocidas por la vulneración cotidiana de los derechos humanos, y muy concretamente, de las mujeres. Estamos hablando, por ejemplo, de Abu Dhabi.
Abu Dhabi es una de las siete entidades que constituyen los Emiratos Árabes Unidos, una de las principales potencias petrolíferas del Golfo Pérsico. Ante la perspectiva del cambio de matriz energética, que amenaza con producirse ante la llegada del “Peak Oil”, Abu Dhabi se ha lanzado de cabeza al mundo de la inversión en renovables. Tan es así, que Abu Dhabi ha sido el organizador, hace un par de semanas, de la Abu Dhabi Sustainability Week (ADSW), la mayor feria empresarial global sobre las energías renovables.
La ADSW está patrocinada por entidades públicas emiratís como Masdar, creada en 2006 para invertir en eólica y fotovoltaica en todo el mundo. Masdar está controlada por grupos públicos de Abu Dhabi como Mubadala (accionista mayoritaria en Cepsa, que se acaba de cambiar el nombre a Moeve, en nuestro país), Taqa (que intentó comprar un paquete importante en Naturgy hace unos meses) o Adnoc (la petrolera estatal).
Masdar ha sido, también, el mayor inversor en renovables en España en 2024. Compró EGPE Solar en coinversión con Endesa y adquirió, de manos del fondo global Brookfield, Saeta Yield por 1400 millones de dólares. Masdar se plantea convertir a España en su “hub” para sus operaciones en Europa, desde donde intentará obtener entre 20.000 y 30.000 megavatios para 2030.
Masdar está proponiendo una alianza a Acciona, que controla Acciona Energía, la mayor empresa de renovables de la Bolsa española, además de las grandes eléctricas. Acciona tiene intereses en Oriente Medio, y podría estar dispuesta a llegar a una alianza estable con el grupo emiratí, además de negociar con los emiratís ventas puntuales de proyectos de renovables
Abu Dhabi, además, acaba de lanzar Exergy, un nuevo vehículo inversor en energías renovables patrocinado por la petrolera estatal Adnoc, con una potencia de 80.000 millones de dólares, que se pretende multiplicar hasta los 160.000 millones en los próximos años. Exergy se va a centrar en las instalaciones de bajo consumo eléctrico, como el gas o el combustible supuestamente ecológico.
Y no sólo viene inversión pública de los Emiratos Árabes Unidos. El fondo Amea, controlado por la familia emiratí Al Nowais, sustentó en octubre la salida a la Bolsa española de Cox, empresa especializada en infraestructuras de renovables y en el tratamiento de aguas. Junto a los Al Nowais, y algunos inversores españoles, participó en la operación, con menor potencia inversora, el fondo Al Mada, controlado por la familia real de Marruecos, y muy concretamente por el monarca alauí Mohamed VI.
La inversión extranjera en España se multiplica, diversifica y expande a toda velocidad. Y nuestros responsables políticos la tratan con una visión dependiente de consideraciones geopolíticas que poco tiene que ver con la soberanía nacional o el bienestar de la clase trabajadora.
Mientras se elevan los aranceles a la entrada de vehículos eléctricos chinos a la Unión Europea o se bloquean inversiones de países de la Unión en nuestro territorio por unas consideraciones políticas que, quizás, tienen sentido; se extiende una enorme alfombra roja a las inversiones, en sectores estratégicos, de fondos globales o de actores estatales de dictaduras terribles, pero “amigas” en la pugna geopolítica.
La tan traída y llevada “autonomía estratégica” de la Unión Europea se resuelve en un campo abierto a los capitales especulativos y a los actores estatales dictatoriales, siempre y cuando no pongan en cuestión la arquitectura del sistema global atlantista. El problema no es que se inserten en sectores estratégicos de nuestra economía, aumenten las dinámicas de explotación de la fuerza de trabajo o multipliquen los daños al entorno natural. El problema es si se muestran amigables o no a la OTAN.
A la clase trabajadora poco le puede importar que Abu Dhabi sea amistosa o no con los intereses geopolíticos de la burocracia de Bruselas. Lo que nos interesa saber es si la soberanía nacional se puede garantizar en una situación en la que gran parte de la riqueza está en manos de fondos globales y actores estatales extranjeros. Y si, fundamentalmente, esa inversión foránea desatada y desregulada no acaba impactando en las condiciones de vida de la clase trabajadora, en su acceso a la energía, a la vivienda, al medio natural, a una vida digna de ser vivida.
Como escribió Antonio Machado en su momento, hay quienes se envuelven en la bandera para hacer sus negocios sin preocuparse por el bienestar de los más. Pero la clase trabajadora es la única que puede construir una economía autocentrada, sostenible ecológicamente, basada en el consumo y la planificación democrática de lo cercano, y capaz de desterrar del mundo la amenaza de la miseria y la desigualdad.
Imagen de portada: Abu Dhabi Sustainability Week Summit 2025 – Flickr | Detalles de la licencia – Autor: UV2022 – Derechos de autor: imbabazi22
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Bienvenido a nuestra pagina informativa y gracias por su participacion .