Un nadador paralímpico
Hay ocasiones en que el pasado pesa como una losa sobre el presente de las personas, y algunos no perdonan tal pasado con el que hacen que el presente no pueda funcionar con independencia de dicho pasado, que consideran fundamental y que no caduca de por vida. Algo de esto le pasó a quien con el paso del tiempo se convertiría en un campeón que obtuvo cinco medallas de oro en los juegos olímpicos de Sidney; se trata de «Cha» Sebastián Rodriguez (Cádiz, 1957) quien anteriormente había sido condenado a una larga condena de prisión por pertenencia al Grapo y por participar en diferentes actos armados. Fue el año 2000 cuando obtuvo las cinco medallas de oro, cuando la prensa aireó su pasado, y cuando algunos medios exigieron que se le retiraran las medallas, como anteriormente habían denunciado su puesta en libertad sin cumplir la condena en su totalidad. Seis años antes Cha estaba en prisión cumpliendo una larga condena al ser considerado culpable de participar en el asesinato de Rafael Padura, jefe de los empresarios sevillanos: la petición fiscal fue de 103 años; al final se quedaron en 85. Una huelga de hambre, que duró 400 días, fue la causante de su paraplejía, en las dos piernas, y de su puesta en libertad, condicional, en 1994. Lejos de quedarse de brazos cruzados, Cha se empeñó en hacer ejercicio, llegando a participar en varios juegos olímpicos (Atenas, Pekín Londres), consiguiendo diferentes medallas, dieciséis en total, siendo su máximo éxito el obtenido, como queda dicho, en los juegos de Sidney; lo que suponía por otra parte rehacer su truncada vida, reconstruirla en un ejemplo de tenacidad y tesón. Anteriormente participó en competiciones de baloncesto en silla de ruedas, si bien no tardó mucho en optar por la natación, que inicialmente compaginaba vendiendo cupones de la ONCE.
Fue en 2001 cuando a raíz de las violencias que se dieron con motivo de la contestación a la reunión del G8 en Génova, de lo que Butel rodó un film, fue en aquel momento en el que comenzó a interesarse del nadador. «De silence et d´or», recoge la historia del campeón impulsado por la experiencia vivida debido a la militancia de sus padres dándose entre ambos casos algunos parecidos en lo que hace a la tensión, a las peripecias de la militancia, más cuando ésta usa de las armas…centrándose, no obstante, en los aspectos de superación, de transformación, etc., en sus palabras con un enfoque situado más allá del bien y del mal, que es la óptica que ha adoptado para acercarse a los cambios de Sebastián Rodriguez Veloso. La pregunta que planea en la mente del escritor desde que conoció la historia, y a lo largo de su mayor conocimiento, es ¿cómo se pasa de la de la lucha clandestina a la participación olímpica? ¿cómo se pasa del plomo al oro?
Cerca de veinticinco años ha pasado Ivan Burtel para finalizar su investigación y convertirla en una novela, a lo largo de más de dos decenas de años ha mantenido la confianza con el sujeto de su novela más no ha logrado que Cha hable, en demasía, de su pasado, no logrando así que el amigo, nadador, se explayara sobre su lucha del pasado y las duras consecuencias que le supusieron y que supusieron a otros…vamos que el sujeto no es muy hablador que digamos. A pesar de ello, Butel ofrece algunas historias que logró sacar de la boca del nadador, lo que hace que con el eje de la transformación de Chano, el escritor ofrezca una mirada a los años de plomo de los tiempos transitorios hispanos. Más adelante Rodríguez Zapatero le indultó tras pagar las indemnizaciones a los familiares de las víctimas, y a pedirles perdón (Chano dijo: si vale para algo pedir perdón, pido perdón…lo que supo a cuerno quemado a algunas asociaciones de víctimas, ya que para éstas la fórmula debía ser más seria y contundente y dicha así era pura deshonestidad); en 2001 el ayuntamiento de Vigo—en manos de una alcaldesa del PP- le concedió el Galardón de Vigués distinguido-; siendo presentado en el séptimo puesto de las listas del BNG, presencia que fue rechazada por la Junta Electoral. Otras distinciones recibió : así en 2009, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte le concedió la Real Orden del Mérito Deportivo…en 2016 en Río de Janeiro las medallas no llegaron, y más tarde dejó de ser seleccionado, sin explicaciones claras que le hacían decir al perjudicado que se debía mirar el crono y no la edad…acabaría dejando la práctica del deporte a dar un dudoso positivo en un control antidopaje.
La verdad es que el libro se deja leer aunque en honor a la verdad, las cuestiones de orden contextual son tratadas con patias de paloma, quedando por encima de todo lo demás la historia de superación y la historia de una honda amistad.
La historia tiene su importancia en la medida en que saca a la palestra algo que, de uno u otro modo, sigue estando en el candelero al menos en donde yo escribo: la imposición de mostrar arrepentimiento y petición de perdón que se trata de convertir, más allá de la legislación vigente, en obligación…dándose por otra parte, casi la decisión sobre la libertad, el cumplimiento íntegro de condenas…El caso presentado es paradigmático en la medida en que cada vez que Chano ha sido galardonado, nada digamos de su puesta en libertad, ha provocado oleadas de fogosas quejas de familiares, asociaciones de victimas y exigencias de que se dé un cumplimiento íntegro de las penas, amén de que quien ha cometido un delito, a pesar de cumplir la pena, ha de ser considerado un delincuente de por vida…tiempos de venganza y de revancha,…¡y no sigo!
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