viernes, 3 de octubre de 2025

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Zilan Vejîn: “Me uní a la lucha por la liberación de Kurdistán como mujer, por mi propia libertad”

La historia kurda se encontró a sí misma en las montañas

En el proceso iniciado por el líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan, la parte kurda ha dado una serie de pasos consecutivos. El último de ellos tuvo lugar el 11 de julio, cuando 15 guerrilleras y 15 guerrilleros, liderados por Besê Hozat, quemaron sus armas en Suleymaniah (1). A pesar de haberse creado una comisión en la Gran Asamblea turca, el Estado y el gobierno no han tomado medidas legales para avanzar en el proceso. La comisión escucha a muchas personas e instituciones, pero se niega a escuchar y comprender a las partes fundamentales del proceso de paz: Abdullah Öcalan y la guerrilla.

Sin embargo, la paz es algo que todos necesitamos. Pero el camino hacia la democracia y una sociedad democrática es largo y espinoso. La única condición para avanzar en este camino es socializar la paz.

Pero, ¿cómo se socializa la paz?

Quizás solo haya una forma: deshacerse de los prejuicios. Por supuesto, no es fácil; como dijo Einstein: “Eliminar los prejuicios puede ser más difícil que dividir el núcleo del átomo”. Pero hay una clave poderosa para romper los prejuicios: comprender a la otra persona. Ponernos en su lugar. Es decir, empatizar.

Hoy en día, todo el mundo tiene preguntas en la mente, pero la mayoría no las expresa. Prefiere no ver, no oír, no pensar. Sin embargo, tener valor es el primer paso del camino. El poder y los medios de comunicación generalistas ignoran a la parte que está en la mesa por la paz; algunos hacen como los tres monos. En lugar de empatía, reproducen el discurso de los opositores a la paz con clichés centenarios.

Pero hay que preguntarse: si no ves, no escuchas, no comprendes y no haces lo necesario, ¿cómo podrás lograr una paz duradera?

Mientras una parte de la política y los medios de comunicación se centran únicamente en el abandono de las armas, nadie se pregunta por qué la guerrilla tomó las armas, en qué condiciones se fue a la montaña y cómo vive allí. Aquí presentamos estas preguntas que nadie se plantea y las respuestas que nadie escucha. Y lo hacemos a través de las palabras de una guerrillera.

¿Qué significa ser guerrillera? ¿Cómo vive una guerrillera? ¿Con qué sentimientos se va a la montaña? ¿Cómo cambia su vida? ¿Ser guerrillera es solo llevar armas?

Las respuestas a todas estas preguntas las escuchamos, en el lenguaje de las montañas, con su propia voz, de Zilan Vejîn, integrante de la Comunidad de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental (KJAR).

-Empecemos por la vida de Zilan. ¿Qué significa ser guerrillera, ser mujer guerrillera? ¿Cómo ha vivido Zilan el cambio en sí misma? ¿Cuándo y por qué decidió ser guerrillera?

-El pueblo y las mujeres de Rojhilat (Kurdistán iraní) conocieron la lucha a principios de los años ochenta. El periodo de participación estrecha y compromiso patriótico tuvo lugar tras el encarcelamiento del líder (2). Porque en aquella época se produjeron grandes revueltas en Urmiye (3), Sine (4) y Mahabad, en Rojhilat (5). En las revueltas hubo detenciones y mártires. Fue en esa época cuando hubo más participación. Yo también me uní entonces. En nuestra zona siempre se mencionaba el nombre de Zeynep Kınacı (6). Pero después de 1999, tanto con el encarcelamiento del líder como con el proceso de retirada, empezamos a ver a los guerrilleros y a conocerlos.

-¿Qué sentías entonces al ver a los guerrilleros? ¿Por qué te uniste?

-Las mujeres discutían entre ellas. Las mujeres y los hombres vivían juntos y eran como ángeles.

-¿Qué quieres decir con “como ángeles”?

-Las mujeres y los hombres viven juntos en las montañas y llevan una vida muy honesta. Luchan, viven solos, se construyen sus propios refugios, sus raxt (chalecos de combate), sus armas… ¿Cómo puede una mujer vivir sola en estas montañas? ¿Cómo es posible? ¿Cómo se las arregla para sobrevivir, cómo se defiende? En esta naturaleza, las condiciones de vida son muy duras en todos los sentidos. Hay nieve, lluvia, barro, falta comida, pan… en fin, todo.

-¿Qué viviste cuando llegaste por primera vez? ¿Cuáles eran las dificultades?

-Cuando llegamos por primera vez, nuestros amigos nos enseñaron cómo vivir, desde cómo encender un fuego hasta cómo preparar té y comida. En estas montañas, todos somos compañeros. Por supuesto, lo que más te impacta cuando te unes por primera vez es que tus compañeros te muestran todo y se preocupan por ti. Se ocupan de ti, se esfuerzan, te enseñan. Están contigo hasta que te pones en pie y también después. Ni siquiera en tu familia ves algo así. Por supuesto, la lucha por la vida se hace más fácil. Hay dificultades, claro; es duro. Pero esa camaradería y ese amor lo hacen todo más fácil.

-¿Qué fue lo primero que sentiste cuando llegaste a la montaña?

-Cuando llegas, te sientes extraña. Sí, has venido con un propósito y tienes un gran objetivo, pero tienes que empezar por cosas pequeñas. El primer paso es muy importante. Tienes que ser decidida, tenaz. Cuando piensas en el gran objetivo, te puede costar enfrentarte a las cosas más pequeñas.

-¿Qué fue lo que más te costó?

-Por ejemplo, las condiciones de vida son difíciles hasta que aprendes y te acostumbras. Con el tiempo, una se conoce a sí misma. No puedes continuar esta lucha sin mostrar tu voluntad y tu espíritu, sin conocerte a ti misma. Me uní a la lucha por la liberación de Kurdistán como mujer, por mi propia libertad. Al principio, es importante ser decidida y, cuando aprendes esto, la carga se vuelve aún más pesada, ahí es donde realmente empieza.

-Volviendo a tu familia, ¿en qué entorno creciste? ¿Había influencia del feudalismo? ¿Cómo era la convivencia entre niñas y niños?

-En nuestra zona de Urmiye, la tradición tribal era muy fuerte. Actualmente, la cultura tribal sigue siendo activa y dominante. Yo crecí en ese entorno. Una familia con una fuerte influencia feudal y religiosa. Además, ya existía la opresión del régimen. Ya conoces el régimen iraní. Crecí en una familia en la que todo eso tenía influencia. Soy la hija mayor.

-¿Cuántos hermanos tienes?

-Somos cinco hermanos, tres chicas y dos chicos. Por supuesto, junto con esos aspectos feudales que he mencionado, en nuestra familia también se valoraba a la mujer.

-¿Cómo se la valoraba?

-Ese valor se atribuía con la idea de “ella es una mujer que se irá a otra casa, no a la nuestra”. Esto tiene sus códigos sociales. “Es una invitada, mañana se irá. No hay que hacerle pasar apuros, ya los pasará en otra casa. Ahora que está en nuestra casa, no hay que hacerle pasar apuros”. No era mi edad en aquel momento, pero las mujeres se cerraban en sí mismas al llegar a cierta edad. En la sociedad kurda, las mujeres son un poco más libres. Pero la sociedad iraní es más cerrada.

-¿Resulta difícil romper los tabúes en Irán?

-No es nada fácil. Las mujeres han luchado mucho y se han rebelado bajo el lema “Jin, Jiyan, Azadî” para romper esos códigos y tabúes.

-¿Ha sido [la revuelta] “Jin, Jiyan, Azadî” un punto de inflexión en la lucha de las mujeres por su libertad y por romper sus cadenas del régimen clerical iraní?

-Por supuesto que lo ha sido… Hay una estructura familiar aristocrática, hay una clase media, hay una clase obrera, hay una clase trabajadora. Pero tanta presión y violencia provocaron una explosión. Jîna Amînî fue la chispa. Cuando hay políticas tan opresivas para las mujeres, para toda la sociedad, las creencias y la cultura, eso conduce a revueltas. En Medio Oriente y en la sociedad iraní hay muchas mujeres muy resistentes, ansiosas de libertad, luchadoras y decididas. Las mujeres iraníes no son muy conocidas fuera de Irán porque la sociedad iraní está cerrada al exterior y se impide la entrada y salida de personas.

-Desde fuera, parece que las mujeres están oprimidas, esclavizadas y encerradas en códigos tradicionales por el régimen y el sistema religioso de los mulás iraníes, que no pueden expresarse ni rebelarse. ¿Cómo ha cambiado esta percepción? ¿Qué significa ser mujer en las sociedades de Medio Oriente? En Afganistán, las mujeres también pueden rebelarse contra los talibanes. ¿Cómo es posible?

-La lucha de un grupo de mujeres que anhelan la libertad siempre es más intensa y radical. Es más valiente. Creo que ahí radica el origen. Descubrirlo es muy importante. Por ejemplo, la sociedad afgana es vecina de Irán. El sistema que viven y enfrentan las mujeres iraníes existe también en Afganistán. La lucha de las mujeres en Irán es muy profunda, pero no se ha extendido. Hay mujeres en prisión. Zeynep Celaliyan, Pexşan Ezîzî, por ejemplo. Zeynep Celaliyan lleva 18 años en prisión. Hace dos años que cumplió su condena, pero no la liberan porque no ha hecho la confesión que el régimen exige. También luchamos por ellas y estamos organizadas en las cárceles.

-¿Cómo se organizan en las cárceles?

-Se explica la filosofía del liderazgo (hace referencia a Abdullah Öcalan). Se fija un día y ese día todo el mundo realiza acciones en todas las cárceles. En Irán, los martes son siempre días de acción. Se realizan acciones bajo el lema “No a la pena de muerte. Sí a la vida libre”. Es la primera vez que estamos tan organizadas en las cárceles. Allí donde el régimen tiene más control y difunde su política, nosotras también hemos demostrado y seguimos demostrando nuestro poder mediante nuestra organización. Desde hace más de veinte años, como PJAK y KJAR, luchamos de forma eficaz en Rojhilat basándonos en la filosofía del líder Apo.

-¿En qué consiste exactamente esa influencia?

-Ya lo he dicho al principio. Ha sido tan influyente gracias a la filosofía del líder. En nuestro movimiento, las mujeres son pioneras en la filosofía del líder Apo. Como mujeres kurdas, llevamos a cabo trabajos de unión, pero en Rojhilat nos cuesta mucho porque en los antiguos partidos no había organización femenina. Lo que nos diferencia en Medio Oriente es que en Kurdistán tenemos un líder como él. En Rojhilat, como mujeres de Rojhilat, cuando conocimos y nos encontramos con la filosofía del líder, primero nos organizamos y luego realmente adquirimos esa voluntad. Las mujeres nos unimos. En Rojhilat hemos tenido grandes pioneras. Heval Şîrîn fue una de nuestras mayores pioneras. Heval Şîrîn fue la primera mujer revolucionaria ejecutada, que forma parte de la filosofía del liderazgo. Mientras estaba en la cárcel, escribió “Jin, Jiyan, Azadî” en las paredes. Sufrió todo tipo de torturas, pero resistió, no se rindió. Mostró esta resistencia hasta que fue llevada al patíbulo. La periodista Pexşan Ezîzî fue detenida y llevada tres veces al patíbulo para ser ejecutada, pero resistió. Esta resistencia se ha organizado aún más y se ha extendido por todo el mundo con las revueltas “Jin, Jiyan, Azadî” y la filosofía del liderazgo, hasta convertirse en algo universal. El miedo de Irán es la lucha de las mujeres y su fortalecimiento. El ataque de Israel, aparte del ataque estadounidense, teme sobre todo la ideología de la liberación de las mujeres.

-El mayor temor de los regímenes patriarcales son las mujeres, por eso la violencia es más intensa contra ellas. El líder del pueblo kurdo, Abdullah Öcalan, afirma que una de las principales causas del colapso del socialismo real es la violencia y el genocidio contra las mujeres. ¿Cómo valora el énfasis de Abdullah Öcalan en la importancia de la cuestión de la mujer?

-El líder lo expresó con palabras muy claras. ¿Cuál es la base del socialismo democrático, de la libertad? Es la libertad de la mujer. Ser socialista es saber cómo tratar a la mujer. La base de la comuna es también la mujer libre y pionera. El sistema democrático y la construcción de una sociedad democrática se logran con la libertad de la mujer. El líder Apo dijo: “Una sociedad libre se logra con mujeres libres. Si la mujer se libera, la sociedad también se libera. El mayor problema es el problema de la mujer. Si se resuelve ese problema, también se desarrollarán el socialismo, el socialismo democrático y la comuna democrática”. Por eso digo que lo que más teme el régimen iraní es la lucha de las mujeres, su organización y la unión de las mujeres. Hemos sido eficaces, pero también tenemos nuestras autocríticas.

-¿Cuáles son esas autocríticas?

-Por ejemplo, hay que animar a la mujer baluche a organizarse… Mujeres iraníes, mujeres árabes, mujeres azeríes, incluso mujeres farsi, que sufren la opresión de este régimen. Hemos tenido deficiencias a la hora de organizar a esas mujeres de forma multinacional, concienciarlas, desarrollar más nuestro trabajo y llevar a cabo actividades educativas basadas en la filosofía del líder Apo. Las condiciones eran difíciles, pero ahora nuestro objetivo es crear esas condiciones. Por ejemplo, mi participación en esta lucha durante años y el hecho de haber adquirido conciencia a este nivel se debe al esfuerzo del líder. Pero no hemos podido reunirnos con él. La última vez que se mostró su imagen…

-¿Qué sentiste?

-Fue muy impresionante. No habíamos podido verlo físicamente, no habíamos tenido esa oportunidad.

-¿Qué sentiste al escuchar su voz en un mensaje de vídeo después de 26 años?

-Nuestro líder nos ha ayudado a existir. “He visibilizado la existencia kurda; ahora es el momento de la libertad”, dijo. Como mujeres, también nos ha facilitado nuestra existencia. Ahora tenemos que luchar más profundamente para ser xwebûn, para ser nosotras mismas. Años después, al ver esa imagen, nos emocionamos mucho, nos alegramos mucho, era un profundo anhelo para nosotras. Especialmente para nosotras, las mujeres de Rojhilat, tenía otro significado. Si nos preguntaran “¿cuál es el mayor sueño de las mujeres de Rojhilat?”, diríamos que conocer al líder algún día en Rojhilat, verlo, debatir con él y responder a las preguntas que nos plantee. Gracias a su filosofía hemos llegado hasta aquí. Bajo la presión del régimen, nos encontramos con la filosofía del líder, nos organizamos y las mujeres nos hemos fortalecido. Esa primera imagen tiene mucho significado para nosotras.

-¿Qué impresión le causó a usted?

-Muy vivo, enérgico y disciplinado… Verlo tan vivo después de tantos años y condiciones tan difíciles nos emocionó a todas. Pero ahora queremos que se reúna con su pueblo y con las mujeres.

La autodefensa es nuestra organización

En la primera parte de nuestra entrevista hablamos sobre la historia y la vida de Zilan, una guerrillera de las montañas. En la segunda, hablamos sobre el significado que tiene ser guerrillera y la lucha por la libertad de las mujeres.

Las montañas tienen voz. Las montañas tienen pasión. Las montañas tienen resistencia. Las montañas tienen fe. Y al mismo tiempo, en esas montañas arde el fuego de la libertad. A la luz de ese fuego, la voz de la montaña, su resistencia y su lucha se organizan con una visión femenina y se fortalecen… porque la mujer es voluntad genuina y firme.

Durante años, la lucha contra el concepto de Estado nación y el sistema patriarcal, centrado en negar la lengua, la identidad y la existencia del pueblo kurdo, se ha reforzado bajo el liderazgo de Abdullah Öcalan, líder del pueblo kurdo, quien afirma que “la sociedad no puede liberarse sin la liberación de la mujer”, y con la lucha por la libertad de la mujer que ha adoptado el lema “Jin, Jiyan, Azadî” .

La historia se reescribe con los pasos valientes de los líderes valientes. Pero eso no es suficiente. El valor avanza paso a paso en todos los ámbitos, en todas partes, crece, se comparte, se profundiza y deja una huella en el curso de la historia. El líder Öcalan antepone a las mujeres a todos los métodos y ámbitos de lucha. Señala el renacimiento de la mujer y afirma que “quien no sabe acercarse a la mujer no puede ser socialista”. Contra la concepción y el sistema del Estado patriarcal, exalta la lucha por la libertad de la mujer afirmando que “hay que matar la masculinidad de los hombres”.

¿Qué significa el movimiento de liberación de la mujer para una guerrillera? ¿Cómo se organizan las mujeres en las cuatro partes de Kurdistán, en Medio Oriente y en las montañas? ¿Qué tipo de actividades se llevan a cabo? ¿Cómo son sus relaciones entre ellas? ¿Cuáles son las carencias y los objetivos?  Hablamos con Zilan Vejin, miembro de la Comunidad de Mujeres Libres de Kurdistán Oriental (KJAR), sobre la mujer y el movimiento feminista.

-El líder del pueblo kurdo, Öcalan, afirma que “he intentado crear una mentalidad kurda”, al tiempo que analiza que “más que un problema kurdo, se trata de un problema de las mujeres”. Destaca la necesidad de un cambio de mentalidad. Desde un espacio de cinco metros cuadrados, expone una ideología y una filosofía en constante renovación, orientadas a cambiar el mundo. ¿Qué tipo de mentalidad hay allí?

-Como kurdas, como mujeres kurdas, nuestra mayor suerte es contar con el líder Apo (Öcalan). Su liderazgo no solo nos ilumina a nosotras, sino también al mundo entero. Es realmente un renacimiento… El renacimiento de las mujeres, el renacimiento de Medio Oriente, el renacimiento democrático de los pueblos, el renacimiento democrático de la sociedad. Por último, el manifiesto que presentó para la construcción de una sociedad democrática fue realmente fascinante. En primer lugar, el cambio no debe ir solo, sino que debe ir acompañado de una transformación. Y esto debemos lograrlo en nuestra mentalidad. Porque la mentalidad machista sigue existiendo y el cambio es absolutamente necesario.

-¿Acaso el machismo aún no ha desaparecido?

-No, no ha desaparecido. El liderazgo nos enseñó esto: “Se organizarán autónomamente y así alcanzarán la capacidad”. Por ejemplo, ahora el manifiesto aborda el tema “¿qué es el ámbito político?, ¿qué es el ámbito económico?”. Esto no significa que ya no sea necesario este sistema autónomo. El liderazgo dijo: “Deben tener sus propios espacios de asamblea, sus propias comunas”. El cambio y la transformación también se producen con nuestro sistema autónomo, con la mentalidad de las mujeres, con la mentalidad democrática. Por ejemplo, en Rojhilat, con todas las mujeres de Rojhilat, con todas las mujeres iraníes, nos organizaremos de forma aún más autónoma. Así lo interpretamos y así debemos organizarnos.

-¿El cambio de mentalidad debe ir acompañado de un cambio y un desarrollo conscientes en todos los ámbitos? ¿Acaso el colapso moral, político, social y económico, la violencia contra las mujeres, toda clase de corrupción machista y la inconsciencia nos han llevado al punto en que hoy en día insistir en el socialismo es insistir en la humanidad, expresando así una renovación integral? ¿Es esto también una tarea que nos incumbe a todos?

-Por supuesto, los deberes… ¡Ahora estamos de examen! Junto con el manifiesto, las mujeres de Rojhilat nos sentamos a debatir para concienciarnos y desarrollarnos aún más en términos filosóficos, históricos y mitológicos. Porque el liderazgo está reevaluando e interpretando los acontecimientos históricos.

-¿Se puede decir que rompe los esquemas?

-Sí. Rompe los estereotipos. Por ejemplo, yo siempre decía que era zoroastriana. Procedo de la secta suní, pero yo siempre me sentí así. Siempre decía que procedía de la fe zoroastriana. Me había convencido a mí misma de ello. Porque hay una vía zoroastriana desde Urmia. El liderazgo también rompió esos estereotipos. Ahora, al leer la historia, se remonta a épocas aún más antiguas, anteriores al Neolítico, a hace 30.000 años. Por lo tanto, es necesario ser más conscientes. Por ejemplo, el socialismo es consciencia.

-¿Qué tipo de consciencia?

-Es ser modesto, ser voluntario, compartir, ser comunal, estar al mismo nivel, crear un sistema democrático. Cuando el ser humano es consciente, es muy modesto, muy tranquilo. Por ejemplo, miremos al líder. Ya sea con el Estado o con sus compañeros, ¿no resulta agradable a todos gracias a su forma de hablar? Esa conciencia ha roto y superado las fronteras. Piensa con mucha comodidad y libertad. Conocer la historia, conocer el pasado, te enseña cómo vivir el presente. El liderazgo dijo: “El pasado es el presente, el presente es pasado. La historia es el presente. Quien no entiende la historia, no puede resolver ni comprender el presente”. El liderazgo hizo este análisis hace años: “No es el individuo, es la sociedad; no es el momento, es la historia”. “Si la sociedad se libera, el individuo también se libera”, dijo. Con esta conciencia, las mujeres de Rojhilat estamos ahora a prueba, estamos debatiendo. Organizar comunidades democráticas es difícil en estas condiciones, contra este régimen. Pero el liderazgo nos sacó de esa dificultad y nos trajo hasta donde estamos hoy.

-Abdullah Öcalan pone claramente a las mujeres al frente de todas sus luchas y discursos. Hace hincapié en el renacimiento de la mujer. “Quien no sabe acercarse a una mujer no puede ser socialista”, afirma, y con la frase “He dedicado mi existencia a la libertad de las mujeres” explica lo importante que es la libertad de la mujer. ¿Qué sienten las mujeres ante la perspectiva del renacimiento de la mujer que él expone con claridad en todas estas y otras declaraciones?

-No nos hemos sometido a este régimen. Viviremos con libre albedrío, libre pensamiento y espíritu libre. Aunque nos lleven a la horca, iremos con la misma determinación y lealtad. Iremos con lealtad a nuestro líder. Luchamos contra el régimen iraní. La pena más grave es la muerte. Lo hemos arriesgado todo y lo seguiremos arriesgando. Lo que realmente nos importa es la libertad. Vivir en un entorno y un sistema democráticos. Lucharemos hasta el final para alcanzar un futuro mejor y más libre.

Estamos debatiendo, como ya he dicho; tenemos una tarea. La tarea es realmente importante. La estamos llevando a cabo con entusiasmo. La hacemos porque la necesitamos. Debemos hacerlo por todo el esfuerzo que ha dedicado el liderazgo. Estamos manteniendo debates filosóficos sobre la concienciación y el desarrollo personal. Sobre todo, debatimos sobre nuestra organización. Tenemos una filosofía en el sentido ideológico. Como mujeres kurdas, hemos desarrollado una gran conciencia y ahora necesitamos estar organizadas en todas partes. Porque nuestra lucha por la libertad de las mujeres kurdas es también una lucha por la libertad de las mujeres árabes, persas, turcas y de todo Medio Oriente. Porque si se consigue la libertad de las mujeres, se resolverán todos los problemas. El nivel de conciencia y la filosofía que la dirección ha alcanzado, ser socialista, ser democrático, son los valores más importantes. Reflejar esos valores en la vida es posible gracias a la unión de las mujeres. Nosotras, las mujeres de Rojhilat, nos reunimos con las mujeres de Rojava (Kurdistán sirio), nos reunimos con las mujeres de Bakur (Kurdistán turco). Nos reunimos con las mujeres de Bashur (Kurdistán iraquí) en muchos lugares y debatimos. Organizamos talleres conjuntos. Nuestros trabajos son importantes trabajos académicos. Llevamos a cabo debates sobre la planificación, el desarrollo y la puesta en práctica de muchos proyectos. Como Rojhilat, no estamos solas. TJA (Movimiento de Mujeres Libres, Tevgera Jinên Azad) ha trabajado mucho y ha llevado a cabo acciones contra las ejecuciones. Pero tenemos que desarrollar y organizar aún más nuestra formación ideológica.

-En las conferencias sobre la organización de las mujeres en el mundo y en Europa, se toma como referencia a las mujeres kurdas. ¿Qué diferencias y similitudes hay entre el norte y el sur? ¿Dónde ve usted las deficiencias?

-Por lo que hemos podido observar, los estudios sobre la mujer en el norte son muy impresionantes y muy avanzados. Las posibilidades, las condiciones y el terreno allí ofrecen oportunidades para difundir la lucha y la organización. Al mismo tiempo, es un campo de liderazgo. No hay tanta presión como la del régimen iraní, pero la mentalidad es la misma. Cada avance en el norte afecta a Rojhilat y Rojava. Sin embargo, esas oportunidades y condiciones no se aprovechan lo suficiente.

-¿Cómo es eso posible, es cuestión de un día?

-Es un poco más estrecho, cerrado y no se aprovecha lo suficiente su poder de influencia. Ser consciente es otra cosa. Una persona puede ser consciente, pero eso requiere conciencia filosófica. Aunque se sea consciente tanto como individuo como parte del grupo, la capacidad de expandirse, compartir y conectar con la lucha sigue siendo insuficiente en el norte. Se está quedando corto a la hora de facilitar el encuentro con las mujeres de Medio Oriente y las mujeres de Kurdistán. Debe reunirse con las mujeres iraníes en otro lugar de Europa, debatir con ellas. Pero esto no ocurre. Sin duda, el TJA existe, pero también tiene sus deficiencias.

-¿Es la cuestión de la mujer un problema más importante que la cuestión kurda? ¿Qué importancia tiene reunir a diferentes sectores y crear las bases que la refuercen?

-La lucha de las mujeres es necesaria en todas partes y cada vez más. Ahora se está desarrollando un proceso. Si se resuelve el problema kurdo y se desarrollan las leyes, ¿qué tipo de lucha librarán los kurdos iraníes en territorio turco? ¿Qué método de lucha seguirán y llevarán a cabo las mujeres kurdas iraníes? Estamos debatiendo estas cuestiones. La lucha de las mujeres kurdas será maratoniana. Tenemos tareas por delante. Hay mujeres que nos observan y nos esperan. La lucha kurda ha dado esperanza a muchas mujeres. Nuestra tarea es convertir esa esperanza en organización. En todas partes, también en las montañas, hemos vivido durante años con esa esperanza, esos objetivos y esa conciencia. Es muy difícil. ¿Cómo habríamos sobrevivido en las montañas sin nuestra autodefensa? Nuestra autodefensa es nuestra organización, nuestro nivel de conciencia. Tenemos que desarrollarlos.

-¿Cómo se debe crear conciencia contra los sistemas patriarcales y la violencia estatal?

-El Estado es el Estado. Es cierto que la integración democrática avanza, pero aunque avance, las mujeres debemos reforzar nuestra autodefensa. ¿Cómo nos defenderemos? Debemos crear conciencia contra la mentalidad masculina, la violencia machista y la opresión. En un lugar como Irán, nuestra mayor fuerza es la autodefensa. Nuestra organización de autodefensa es la conciencia y la educación. Y es confiar en una misma, confiar en las demás, mantenernos unidas. El actual sistema de Estado nación y la vida dentro de la modernidad capitalista siempre han traído violencia y opresión a las mujeres, muerte y asesinatos. Por eso siempre necesitamos una autodefensa fuerte, que es conciencia, democratización, vida comunal. Es desarrollar la comuna. Nos reunimos y discutimos durante una hora. El liderazgo dijo: “Creen comunas. Para resolver un problema, escúchense unas a otras en esas comunas”. Así hemos vivido en las montañas durante años y así seguiremos viviendo. Necesitamos las montañas y las montañas nos necesitan a nosotras. Nos hemos acostumbrado unas a otras y así seguiremos viviendo…

-Ahora hay una nueva y diferente etapa en desarrollo. ¿Se dará un paso hacia la democratización creando sus propias comunidades en las montañas? ¿Bajarán algún día de las montañas?

-Todas nuestras preferencias dependen de nuestro objetivo. Dependen de que alcancemos ese objetivo. Nuestra lucha es por la libertad de las mujeres, por la resolución del problema kurdo, por tener un lugar en todos los sistemas democráticos. Por tener un lugar en la política. Por supuesto, estos son nuestros lugares espirituales. Nuestras montañas son nuestra existencia. La historia kurda se encontró a sí misma en las montañas. Lo mismo ocurrió con la mujer kurda. Con la lucha del líder Apo, las montañas ahora existen bajo el liderazgo de la mujer kurda. Nos cuesta decir esto. Aquí me conocí a mí misma, me realicé, tomé conciencia, me desarrollé. He llegado hasta hoy gracias a estas montañas. Durante años no he bajado a ciudad alguna para llevar a cabo un trabajo. Hay miles de mujeres como yo en estas montañas. Todo lo que hacemos está ligado a nuestro objetivo. Como nuestro objetivo es grande, lo hemos incorporado a nuestra vida. No tenemos ningún objetivo individual, ninguna preferencia individual. Nos hemos embarcado en este camino intelectual, espiritual y físico. Y seguiremos haciéndolo en todas partes. Pase lo que pase, estemos donde estemos, allí estaremos.

-¿Y qué pasa con Zilan Vejin?

-No nos hemos sometido a este régimen. Viviremos con libre albedrío, libre pensamiento y espíritu libre. Aunque nos lleven a la horca, lo haremos con la misma determinación y lealtad. Lo haremos con lealtad a nuestro líder. Luchamos contra el régimen iraní. La pena más grave es la muerte. Lo hemos arriesgado todo y lo seguiremos haciendo. Lo que realmente nos importa es la libertad. Vivir en un entorno y un sistema democráticos. Lucharemos hasta el final para alcanzar un futuro más hermoso y libre.

Notas: 

(1) Ciudad del sur de Bashur, región kurda autónoma en Irak.

(2) Se refiere a Abdullah Öcalan, encarcelado en la isla de Imrali, en Turquía, desde 1999.

(3) Urmia.

(4) Sanandaj.

(5) Kurdistán oriental, dentro de las fronteras de la actual República Islámica de Irán.

(6) Integrante del partido del PKK y heroína de la guerrilla kurda, conocida con el nombre de guerra “Zilan”. Murió en una acción suicida en 1996.

FUENTE: Nezahat Doğan / Yeni Yasam Gazetesi / Fecha de publicación: septiembre de 2025 / Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid

 

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