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Alerta sobre el caso del defensor de derechos humanos y periodista saharaui El Bachir Khadda

Publicado el 11 de agosto de 2025 / Por Equipe Media Sáhara

 

Sáhara Occidental – Ginebra – París, 8 de agosto de 2025 – El Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos (OMCT-FIDH) y Équipe Media expresan su profunda preocupación por el deterioro de las condiciones de detención del defensor de derechos humanos y periodista saharaui El Bachir Khadda, detenido arbitrariamente desde 2010 en Marruecos. El Observatorio y Équipe Media también alertan sobre la situación del conjunto de defensores y defensoras saharauis de derechos humanos detenidos arbitrariamente en el país y que sufren condiciones de detención discriminatorias.

El Observatorio y Équipe Media han sido informados de la denegación de acceso a la atención médica y del acoso del que es víctima el periodista saharaui Sr. El Bachir Khadda, así como de la impunidad de la que gozan los autores de los actos de tortura cometidos contra él. Figura histórica del medio independiente “Équipe Media” y miembro del Observatorio Saharaui de Derechos Humanos en el Sáhara, el Sr. Khadda fue secuestrado en El Aaiún en 2010, antes de ser sometido a actos de tortura en represalia por su cobertura mediática crítica hacia las autoridades marroquíes. Fue condenado a 20 años de prisión en 2017 por el Tribunal de Apelación de Salé, cerca de Rabat, por hechos calificados como “actos criminales”. Su detención fue reconocida como arbitraria por el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Detención Arbitraria.

Durante sus quince años de detención arbitraria en las cárceles de Salé, Aarjat y Tiflet 2, el estado de salud física y mental del Sr. Khadda se ha deteriorado considerablemente. Los actos de tortura que sufrió durante su detención le provocan aún hoy dolores crónicos de espalda y un agravamiento de sus problemas de visión. La casi inexistente comunicación con sus familiares, debido al alejamiento del centro penitenciario, agrava también su sufrimiento psicológico. Todas sus solicitudes para acceder a un examen médico independiente han sido sistemáticamente rechazadas por la administración penitenciaria, y los guardianes no dudan en afirmar que “los enemigos de la nación no merecen recursos médicos”, en referencia a su pertenencia saharaui. En 2024, el Sr. Khadda incluso fue amenazado con sanciones disciplinarias por insistir en consultar a un neurólogo. La privación de acceso a una atención médica adecuada pone hoy en peligro su vida, así como la de otros presos saharauis que sufren las mismas restricciones.

El Observatorio ya había lamentado recientemente la denegación de atención médica al periodista saharaui Sr. Mohamed Lamin Haddi, también detenido arbitrariamente desde hace quince años en la prisión de Tiflet 2, en un estado de aislamiento prolongado y con comunicaciones muy limitadas con sus familiares. Cabe recordar que el acceso rápido a una atención médica adecuada e independiente está garantizado por la Regla 27, párrafo 1, de las Reglas Nelson Mandela (Conjunto de Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos), así como por el punto 20(b) de las Directrices de Robben Island. En 2022, el Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura ya había condenado a Marruecos por las restricciones de acceso a la atención médica de un detenido saharaui y había instalado a las autoridades a adoptar medidas concretas al respecto.

Más allá de la denegación de atención médica, el Sr. Khadda sufre también un acoso continuo relacionado con sus pertenencias saharauis por parte del personal penitenciario y de otros reclusos de la prisión de Tiflet 2. Los guardianes califican a los presos saharauis como “enemigos de la nación”, animan a los reclusos marroquíes a insultarlos llamándolos “traidores a la patria” y les recompensan con cigarrillos, comida o incluso objetos adicionales. contundentes destinados a ser usados contra los presos saharauis. Los mismos guardianes organizan también sesiones de humillación durante las cuales los reclusos marroquíes son obligados a corear consignas nacionalistas como “El Sáhara es marroquí”, bajo la amenaza de sanciones como el aislamiento o la supresión de visitas familiares. Cuando el Sr. Khadda intentó denunciar estos abusos en varias ocasiones, los guardianes se negaron a intervenir y cerraron los ojos ante las palizas a los presos saharauis, especialmente durante los traslados a las duchas oa la enfermería.

El Observatorio y Équipe Media constatan con preocupación la impunidad de la que gozan los autores de actos de tortura y malos tratos infligidos al Sr. Khadda durante su arresto y detención, y exigen a las autoridades judiciales marroquíes investigaciones imparciales y exhaustivas, así como enjuiciamientos y sanciones. Aunque Marruecos ha ratificado la Convención contra la Tortura y ha consagrado la prohibición de la tortura y los malos tratos en el artículo 12 de su Constitución, nunca se ha dado curso a las 42 denuncias presentadas por el periodista desde 2011. La más reciente, presentación el 30 de junio de 2025 y relativa a “represalias y denegación de atención médica”, sigue hasta hoy sin respuesta.

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